viernes, 22 de septiembre de 2017

ÚLTIMO DÍA EN NEW YORK

 ¡Buenos días familia!

Amanece en New Jersey y después de un abundante desayuno para coger fuerzas, nos montamos en el autobús con destino a New York.

La primera parada era en Central Park, el parque más grande de la ciudad con una extensión de 341 Hectáreas (un pelín más grande que la Alamedilla). Es un oasis para las aves migratorias ya que contiene varios lagos artificiales. Además de esto se pueden encontrar dos pistas de patinaje sobre hielo, zonas de hierba para actividades deportivas, un zoo...








Salimos de Central Park hacia Fifth Avenue y empezamos a caminar por esta interminable calle, llena de tiendas impresionantes, restaurantes, oficinas y edificios que parecen tocar el cielo. Entre las tiendas más conocidas cabe destacar Apple, Schwarz, Armani, Cartier...



Hacemos una primera parada en "Trump Tower", que es propiedad del actual presidente de los Estados Unidos y alberga el ático que Donald Trump utiliza como residencia privada.





Continuamos nuestro camino hacia el sur de la Quinta Avenida y nos encontramos con la Catedral de San Patricio. Es de estilo neogótico y parece humilde en comparación con el cercano Rockefeller Center, que la supera considerablemente en altura. Fue restaurada entre 1927 y 1931 y fue ahí cuando se instaló el gran órgano que se esconde en su interior.





Cruzamos Fifth Avenue para adentrarnos en Rockefeller Center. Es un complejo de 19 edificios comerciales, siendo el "General Electric" el más importante, el cual se construyó en 1930 y tiene una altura de 266 metros. Aquí es donde se instala la famosa pista de patinaje sobre hielo y el gran árbol de Navidad que tantas veces habréis visto en las películas.






Seguimos caminando por la Quinta mientras vamos observando el estilo de los edificios, las enormes tiendas, la multiculturalidad de los transeúntes, el ruidoso tráfico...todo es como en las películas.



 Nos lleva una media hora llegar hasta nuestro próximo destino, el Empire State Building.



Este homenaje a la construcción data del año 1931 y tuvo el honor de ser el edificio más alto del mundo durante más de 40 años. tiene 102 plantas que en su mayoría funciona como oficinas. Su altura es de 381 metros, pero alcanza los 443 con la antena. Subimos hasta el piso 86 donde las vistas desde arriba son increíblemente espectaculares. Se puede divisar con absoluta claridad el Down Town de un lado y en el opuesto Central Park rodeado de rascacielos. Una imagen grabada para siempre en nuestra retina.












Paramos para comer un típico "hot dog" y picar algo en Dunkin´ Donut antes de ir a visitar Chinatown y Little Italy. Nos montamos en el metro y al salir de nuevo a la superficie el ambiente era totalmente diferente.






Chinatown es habitado por la mayor etnia china fuera de Asia, donde aproximadamente residen 150.000 chinos o chino-americanos. Cuando caminas por sus calles parece que estuvieras en otro país, todo escrito en chino, con tiendas, restaurantes y negocios típicos de esta cultura. Además pudimos pasear por "Little Italy" y disfrutar de las fiestas en honor a San Genaro.

Lo cierto es que el cuerpo ya no daba para más, el cansancio se había apoderado de los alumnos y también rondaba sobre nuestras cabezas la idea de que el final de esta experiencia estaba próximo a llegar.



Pusimos rumbo al aeropuerto sobre las 16:00 con mucho tráfico como de costumbre y al llegar nos dieron la noticia de que nuestro vuelo se había retrasado tres horas. Desolación por la larga espera a la par que alegría por alargar el tiempo disponible para estar con nuestros compañeros de viaje.

Al fin embarcábamos, con mucho sueño (aunque alguno ya había probado el suelo del aeropuerto) y con ganas de despertar en abril para seguir viviendo la segunda parte de esta increíble historia.






 

Un placer haber conocido a tantas buenas personas y nuestro más sincero agradecimiento por su hospitalidad, amabilidad y dedicación.

Nos vemos pronto.


jueves, 21 de septiembre de 2017

NEW YORK, NEW YORK !!!

¡¡Buenas noches desde New York!!

Mañana un poco extraña. Habíamos quedado todos los alumnos del intercambio a las 7:10 en el hall de la entrada principal para despedirnos y, como os podéis imaginar, la estampa era desoladora. Abrazos que no querían terminar, lágrimas que se desbordaban de los ojos, frases de esas que nunca se quieren decir... un momento triste para los chicos (y los no tan chicos) aunque con un cierto toque de alegría ya que sabemos que a esta historia todavía le queda, al menos, una segunda parte. 



Aún con los ojos vidriosos emprendíamos el viaje en autobús hacia New York. Pasaron unos cuantos kilómetros hasta que recobramos el ánimo y la música volvió a sonar. El entusiamo se apoderó del autocar cuando vimos los primeros carteles indicando Manhattan y sonó la siguiente canción:


Nos encontramos en Battery Park, que es un parque situado al sur de la isla, con el que sería nuestro guía durante nuestra estancia en la ciudad. Desde allí salimos en ferry hacia la Isla de la Libertad, donde nos esperaba la famosa Estatua de la Libertad. Todos la conocemos, así que sólo diremos que fue un regalo que los franceses hicieron a los estadounidenses para conmemorar el centenario de la Declaración  de la Independencia y como símbolo de hermanamiento entre los dos países.














Tras la visita volvíamos a coger el ferry rumbo a Ellis Island. Allí se encuentra el museo de inmigración, un lugar que da claridad a la historia de este país desde finales del siglo XIX. Cuando salimos del museo estaba lloviendo, ¡vaya! Cogimos el barco de regreso a Manhattan y dejamos todo lo que nos sobraba en el bus, ya que nos íbamos de paseo por el Downtown.






Cerquita de Battery Park se encuentra Wall Street, así que allá nos dirigimos y lo primero que vimos fue el conocido toro. Se ha creado el mito según el cual si uno frota las dos bolas que cuelgan entre sus patas traseras, tendrá buena suerte con el dinero, así que os podéis imaginar lo que tocaba ¿no? Después visitamos el Federal Hall National Memorial (Wall Street 26) que marca el lugar donde George Washington, el primer presidente de la nación, juró su cargo.






Continuamos nuestro paseo en dirección al lugar donde se encontraban antiguamente las Torres Gemelas. El Memorial del 11-S es un monumento situado en la Zona Cero que homenajea a todas las personas que perdieron la vida en los ataques terroristas en 2001. Es un oasis de tranquilidad localizado en el corazón de New York que pretende recordar el pasado y llenar de esperanza el futuro.

Ocupa la mitad de la zona World Trade Center conformando un sorprendente espacio contemplativo, en pleno centro de la "locura" de Manhattan. Sobre el lugar que ocupaban las Torres Gemelas se encuentran asentadas dos enormes fuentes sobre las que desembocan llamativas cascadas artificiales. en los paneles laterales de las fuentes se pueden ver los nombres de los fallecidos en el trágico acontecimiento.









El Memorial cuenta con 400 robles que le aportan un carácter vivo y siempre cambiante. Entre los árboles destaca "El Árbol Superviviente", un árbol que sobrevivió a la catástrofe y se ha conservado en la zona como símbolo de la supervivencia y el renacimiento.



Es un espacio totalmente renovado, con edificios de moderna construcción entre los que destaca el One World Trade Center, también conocido como Freedom Tower. Este edificio tiene una altura total de 541 metros, lo que le sitúa en el sexto puesto entre los más altos del mundo.



Junto al Memorial nos encontramos con una de las estaciones de metro más polémicas e impresionantes de New York, conocida como "Oculus". Esta obra, que parece un esqueleto o una paloma blanca, es del arquitecto español Santiago Calatrava. Debajo de esta bonita estructura blanca se esconde una importante estación de transporte público, con hasta 11 líneas distintas de metro y el tren que conecta New York con New Jersey. Además alberga un nuevo centro comercial con tiendas y restaurantes.



Más tarde cogimos el autobús para dirigirnos al restaurante "Bubba Gump" que está inspirado en la conocida película "Forrest Gump". Se sitúa en Times Square, una intersección entre la Avenida Broadway y la Séptima Avenida. Recibió su nombre actual por las oficinas de "The New York Times", que se encontraban en el edificio "One Times Square". Se ha convertido en un icono mundial y símbolo de esta ciudad que se caracteriza por su animación y por la publicidad luminosa.















Todos nos quedamos impresionados cuando salimos del restaurante por la noche y contemplamos las luces que envuelven este lugar. Es asombroso ver la cantidad de pantallas luminosas colocadas en las fachadas de los edificios, no existen palabras para definirlo, sólo imágenes.

Terminaba por hoy nuestra visita a New York, cogíamos el autobús con destino al hotel en New Jersey, donde descansaríamos y cogeríamos fuerzas para el día siguiente.

Muchos besos

Asun y David